El día de las velitas o noche de las velitas es una de las festividades más tradicionales de Colombia, con la que se celebra el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
El día de las velitas se celebra en Colombia como vigilia de la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el dogma fue proclamado así por el Papa Pío IX en la bula Ineffabilis Deus el 8 de diciembre de 1854:
…Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia Católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osare manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintiere en su corazón, y por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por derecho”.
Janucá (hebreo: חֲנֻכָּה y sin puntuación diacrítica חנוכה),1 llamada también la Fiesta de las Luces o Luminarias, es una festividad judaica. Celebrada durante ocho días, conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos seléucidas, y la posterior purificación del Segundo Templo de Jerusalén de los íconos paganos, en el siglo II a. C.
La tradición judía habla de un milagro, en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite, que alcanzaba solo para uno. Esto dio origen a la principal costumbre de la festividad, que es la de encender, en forma progresiva, un candelabro de nueve brazos llamado januquiá (uno por cada uno de los días más un brazo).